El verano es maravilloso por todo lo que trae consigo, y el sol no siempre es nuestro enemigo, aporta vitamina D, pero controlar la exposición adecuada de este y no exponerse a riesgos, no siempre es fácil.
Cualquier parte del cuerpo que esté expuesta (entre ellas, los lóbulos auriculares, el cuero cabelludo y los labios) puede quemarse. Incluso las zonas cubiertas pueden quemarse si, por ejemplo, la trama de la ropa es abierta y permite que la atraviese la luz ultravioleta. También pueden quemarse los ojos, que son extremadamente sensibles a la luz ultravioleta del sol.
Los signos y síntomas de las quemaduras por el sol suelen aparecer a las pocas horas de la exposición al sol. Pero es posible que transcurra un día o más tiempo antes de saber cuál fue el grado de la quemadura por el sol.
En unos días, el cuerpo puede comenzar a sanarse mediante la descamación de la capa superior de la piel dañada. Luego de la descamación, la piel puede tener un color y un patrón irregulares durante cierto tiempo. Una quemadura por el sol intensa puede tardar varios días en curarse.
Entonces, debo consultar al médico si:
- Se forman ampollas y la quemadura se extiende por una parte importante del cuerpo.
- Desarrolla ampollas en la cara, las manos o los genitales.
- Causa una hinchazón grave.
- Muestra signos de infección, como dolor, pus o rayas rojas que se alejan de una ampolla abierta.
- No mejora en pocos días.
Busca atención médica de emergencia si tienes quemaduras por el sol y experimentas:
- Fiebre de más de 103 ºF (39,4 ºC)
- Desorientación
- Desmayo
- Deshidratación
El verano es fuente de muchos beneficios, no lo desaproveches. Protégete del sol, utiliza bloqueador de rostro y cuerpo, y no olvides hidratarte.